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Acabo de regresar de un viaje por España perfectamente coordinado por Consol García, de la Universidad Politécnica de Cataluña·BarcelonaTech. Nos reunimos con investigadores y bibliotecarios, con responsables de consorcios de bibliotecas universitarias y centros de investigación y con empresas desarrolladoras de CRIS, mientras atravesábamos el país desde Barcelona hasta Sevilla, pasando por Madrid y Logroño.
Desde el lanzamiento de ORCID hace un año, los investigadores españoles se han mostrado muy activos en la utilización del registro. La Universidad de Oviedo fue uno de los primeros miembros institucionales (diciembre 2012), convirtiéndose en abanderada europea. Desde entonces España siempre ha ocupado una destacada posición entre los 5 primeros países.
Tras hablar con los investigadores, se apuntan dos posibles motivos para este uso continuado de ORCID: la estructura de los nombres españoles y la gran presión para la evaluación de la investigación a nivel autonómico y estatal. Los autores españoles normalmente tienen dos apellidos (materno y paterno) y en sus publicaciones pueden usar uno, ambos o bien una versión compuesta, que tendrá un mínimo de 4 posibles variaciones. Sumado esto al hecho de la frecuencia de apellidos comunes y a la tendencia de tener más de un nombre la cantidad de variaciones para un mismo autor se multiplican por tanto es obvio que los investigadores españoles tienen problemas con la precisión y la ambigüedad en relación a cómo se expresa su nombre en las bases de datos internacionales. Esta dificultad en la identificación es razón más que suficiente para participar en ORCID.
En los procesos de evaluación, cuando una universidad pretende recoger los trabajos producidos por sus investigadores de forma exhaustiva, realiza estrategias de búsqueda en bases de datos internacionales con las variantes de los nombres de sus investigadores pero la calidad y cantidad de la información encontrada puede ser un problema. Con el fin de hallar una solución para esta situación, los investigadores españoles no sólo se han registrado con un identificador de ORCID, sino que además lo han enlazando con Researcher ID y Scopus Author ID. Esto permite a los investigadores desambiguar sus trabajos en el Web of Science y en Scopus, y dado que ambos repositorios guardan el identificador ORCID, los resultados serán precisos, beneficiando así tanto a investigadores como a instituciones en procesos de promoción y evaluación, respectivamente.
Si los investigadores españoles han estado registrándose para obtener un identificador, instituciones españolas relacionadas con la investigación han mostrado su clara disposición a incorporar identificadores ORCID en una variedad de sistemas y procesos por toda España como se ha podido constatar en este viaje.
Previa a mi visita, en julio el Portal de la Recerca de Catalunya anunció la implementación de sistemas de identificación de la ORCID en su portal. Otras asociaciones de bibliotecas, incluidas Madroño y REBUIN están sopesando su integración. La Universidad de Zaragoza y Universidad Carlos III de Madrid son miembros de la ORCID y están probando su proceso de creación del registro ORCID para sus investigadores, con la intención de ponerlo en marcha a principios del 2014. Otras universidades se hallan en proceso de convertirse en miembros. Sigma, empresa especializada en gestión de información académica, planea incorporar identificadores ORCID en su producto CRIS. El sistema FECYT CVN, estructura para recolectar currículum vítae de investigadores provenientes de 46 universidades españolas, además de algunos centros de investigación se halla en proceso de creación de la ontología del CVN para que se adapte al estándar del EuroCRIS CERIF, que ya incluye un campo para especificar el identificador ORCID. La Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía que además de proveer financiación para la investigación ha desarrollado Sistema de Información Científica de Andalucía (SICA), gestor curricular para universidades y centros de documentación públicos y privados de Andalucía. SICA sigue el estándar CVN y está analizando cómo pueden desempeñar los identificadores de ORCID un papel en la validación de registros por parte de los investigadores.
En cuanto a repositorios en los que predomina el español, tanto Redalyc como DialNet, han mostrado su interés en poder enlazar el identificador con sus campos de autor y registro de autoridades.
En definitiva un creciente interés en España tanto por parte de bibliotecas, universidades, sistemas CRIS, entidades gubernamentales, agencias de financiación y bases de datos con las que ORCID trabajará para conseguir identificar unívocamente a los autores de tan hospitalario país.